[1]Por las tardes[2], después de almorzar y
descansar por un momento, viajamos desde Aucayacu a dos comunidades que
pertenecen a la jurisdicción de la Parroquia Jesús Salvador. Para ello nos dividimos
en 2 grupos, un grupo se va a Ramal de Aspuzana[3] (Capilla Señor de los
Milagros, pertenece al Distrito de Nuevo Progreso, Provincia de Tocache en la
Región San Martín) y otro grupo nos vamos al distrito de Pueblo Nuevo[4] (Capilla San Martín de Porres,
Provincia Leoncio Prado, Región Huánuco). La consigna en estos sitios es dar a
conocer a los niños, nuestra fe católica, aproximarlos a ella y trabajar en los
valores de la vida cristiana.
En la foto: Roger Huincho, pre novicio OMI,
enseñando a rezar en Ramal de Aspuzana . Región San Martín.
En estas Comunidades,
el reto es convocar a niños (de 8 a 11 años) para compartir un espacio de
aprendizaje amistoso, donde se puedan sentir en confianza y aproximarlos a la
vida cristiana. Por lo general casi todos tiene chacras y sus familias trabajan
en ellas. Una minoría sólo dependen de los oficios que saben desarrollar
(mecánica, albañilería, peluquería, etc) y al no tener una porción de tierra
propia se sienten marginados. Entonces uno se repite mentalmente – los niños
son solidarios y comparten sus cosas, son respetuosos y se quieren – pero la
realidad te da de lleno y muestra que, dentro de estas comunidades. Son los
niños quienes más rápido asimilan las taras de sus padres y reproducen una
segregación social contra quienes menos tienen. Allí el reto de devolver la
identidad comunitaria que los medios de comunicación masiva les coartan.Ramal de Aspuzana
Pueblo Nuevo |
Hay días donde la
impotencia nos gana y duele ver que niños en edad escolar que no sepan escribir
ni leer. Y en este punto es donde uno hace una comparación y cuestiona el
centralismo feligrés de la ciudad. Mientras que en muchas partes periféricas de
la ciudad se opta por acudir a la iglesia más grande y céntrica de la
parroquia, se descuidan zonas vulnerables donde quizá podríamos ser de más
utilidad.
En Ramal de Aspuzana;
las mamás acompañan toda la clase a sus hijos y se organizan para servir un
pequeño refrigerio, cada vez que se termina el encuentro del diario. Es una
buena señal, que describe una organización de la comunidad muy comprometida con
las actividades de su Capilla. Por su parte Pueblo Nuevo inicia su organización
con los niños que asisten a este espacio de encuentro. A pesar que su municipio
organizó talleres vacacionales (el horario de sus talleres era el mismo que el
nuestro), no dejaron de participar con nosotros.
Pueblo Nuevo y Ramal de
Aspuzana han sido atendidas con mucho cariño estas semanas. Es gratificante ver
a niños esperando a que lleguemos, saltando de alegría para compartir momentos
de juego y aprendizaje junto a sus compañeros. Los niños ríen y viven nuestra
fe. Y la fe los hace ir a contracorriente, a esperarnos puntuales afuera
de las capillas, a ayudarnos a distribuir los materiales, a dar y recibir los
crayones, lápices o plumones, a compartir y ayudarse entre ellos.
Cada uno de los
voluntarios tenemos mucho que agradecer a los niños. Yo, le agradezco
especialmente a Iguain Timeo Trinidad y a Samanta Sotorinos Arena (Pueblo
Nuevo): por la alegría desbordante, compromiso y afecto que tuvieron con
nosotros.
[1] Escrito el 10 de febrero del 2022.
[2] En las mañanas estábamos
trabajando en Recréate Huambrillo: https://laplumadelcullic.blogspot.com/2022/03/recreate-huambrillo-2022.html
[3] En Ramal, el grupo estuvo
conformado en un inicio por: Roger Huincho Huillcas, Roberto Medina Sánchez,
Consuelo Velasco Williams y Luis Bustamante O.M.I. A este grupo se uniría
posteriormente Cristina Castro Isla.
[4] En Pueblo Nuevo estuvimos: Rosa
Simbrón Cano, Jean Pierre Vivar Dámaso, Angello Galván Ocares y yo.
Posteriormente se nos unió Cintia Isla Adauto.
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