viernes, 9 de septiembre de 2016

Profesión de fe o El día en que tú nacías (segunda parte). (poema).

El día en que tú nacías, 
mis sueños se negaban a claudicar, 
despertaban arte y sed de abrazos recíprocos.

El día que tú nacías, 
mis progenitores comenzaban a hacer maletas
para volver a su terruño, 
hastiados de la soledad que provoca el cemento.

El día en que tú nacías, 
nacían las flores y los alfalfares, 
las crías de las especies se abrían paso, 
jubilosas por empezar la vida.

El día que tú nacías, 
sonaba el tambor, el bongo, 
la antara, la flauta, la gaita 
y todos los instrumentos 
desde los confines del mundo 
para rebelarse, 
exigiendo comunidad 
se levantan y entonan.

El día que tú nacías 
en la red encontrábamos informes 
de exiliadxs y migrantes, 
trajinados y tristes 
por la violencia de sus pueblos, 
nosotros acudíamos como samaritanos 
a ofrecerles nuestra diestra hermana 
y un sorbo de agua 
que reviva esperanzas 
para el bien común.


El día que tú nacías, 
todxs nos levantamos 
con la intención de caminar 
y poner el hombro 
ante el desamparo, 
la mezquindad y el rechazo. 

Estamos de pie y en rebeldía 
y nuestra rebeldía 
nos invita a ser solidarios, 
equitativos 
y por sobre todas las cosas, 
ser hermanxs.

Mujer de ande.
Dibujo de Armando Lopez.

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