“…hay almas que
demoran mucho en percibir que ya no tienen identidad… cuando adquieren esta
conciencia de su no identidad recién es que se disuelven del todo…”.– Juan Gonzalo Rose citando a Víctor Raúl Haya de la Torre
en una entrevista con Cesar Hildebrant[1].
en una entrevista con Cesar Hildebrant[1].
Desde hace algunos años observamos como nuestra sociedad
tiende a institucionalizar la violencia y la corrupción. Aquí en este algo
llamado Perú se comienza a avizorar cómo, poco a poco, las mafias vinculadas al
narcotráfico, la delincuencia, el sicariato, las empresas transnacionales
incólumes a la sensibilidad ambiental y derechos laborales y la corrupción de
las instituciones públicas y su clase política, se comienzas a apoderar de
nuestras vidas con la colaboración de los medios de comunicación adormeciendo
nuestra razón y dopando nuestro juicio[2].
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Portada del manga y anime Getbackers Ginji Amano y Ban Midou |
Nace un grito de angustia y urgencia que clama: libertad,
igualdad y justicia, fraternidad y comunión entre iguales diría yo. Ese grito
no es aislado, casi todos los países sopesan las mismas laceraciones, México o
Brasil son claros ejemplos del gobierno de las mafias[3].
Precisamente este es el tronco donde se desarrolla la historia del manga GetBackers[4],
escrito por Shin Kibayashi[5]
bajo el alias de Yuya Aoki y dibujado
por Rando Ayamine. Posteriormente fue
adoptado al anime. Los Getbackers es
un dúo de jóvenes (Ginji Amano “el
emperador relámpago”, antiguo soberano de ciudad baja, líder de la pandilla de
los Volts cuya habilidad es controlar y general electricidad y Ban Midou nieto de “la última bruja del
siglo xx” de quien heredó el Jagan [mal de ojo, produce alucinaciones en sus víctimas durante un minuto],
posee una fuerza de agarre de 200 kilogramos en su mano derecha) que rescatan
objetos perdidos o robados, cobran una suma elevada por sus rescates, cuya
efectividad en su trabajo es del 100%, viven en Tokio y sus clientes los pueden
ubicar en el Honky Tonk Café, todo esto mientras existe una edificación en
la ciudad llamada fortaleza ilimitada,
construida a medias, sin leyes estatales que la regule y que sirve como
laboratorio para experimentar en las personas que viven allí.
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Los Getbackers en el Honky Tonk Cafe, junto a Hevn (entrando junto a la puerta) Natsumi Mizuki (empleada del local y la primera en contratarlos) y Paul Wan ( dueño del local). |
La fortaleza
ilimitada es un conjunto de edificaciones a medio construir que “Durante la gran depresión, a finales del
siglo pasado, abandonaron la construcción de un gran número de edificios y no
la terminaron. Un grupo de personas sin hogar, que huían de la ley, se
establecieron y rápidamente se convirtió en una zona sin ley con la que nadie,
ni siquiera el gobierno, quería meterse. Ahora ha sido eliminada de los mapas y
fingen no verla pero se dice que tiene una población de diez mil a vente mil
habitantes” (respuesta de Ban Mido a Himiko antes de emprender la primera
misión dentro de la fortaleza ilimitada)[6].
Sin embargo no sólo se trata de un sitio donde se rige por la supervivencia del
mas fuerte, su existencia y permanencia como tal responde a un propósito
experimental: “El grupo de expertos, es la
organización que controla la fortaleza ilimitada, es una reunión de personas
con habilidades especiales (científicos, ingenieros, artistas, patrocinadores
acaudalados quienes proveen de fondos, políticos y aquellos que tienen
habilidades físicas superiores). Todos ellos se reunieron y de esta reunión
surgió un plan, un plan para hacer un gran sitio experimental, un lugar para
probar las ideas que a ellos se les ocurriera, en otras palabras un plan para crear
esta fortaleza ilimitada (un edificio inteligente)” (relato del farmaceuta Yen [el arquitecto del
edificio inteligente que es la fortaleza ilimitada] a los GetBackers cuando estos preguntan acerca de la verdad de la fortaleza ilimitada)[7].
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La Fortaleza Ilimitada. |
Este sitio está dividido en tres niveles: La ciudad baja donde vive la gente común,
gente que vive de lo que trabaja y sobrevive al ataque de quienes bajan de los pisos superiores. Los pisos medios o línea del cinturón, lugar donde viven personas
creadas y/o manipuladas por el grupo de expertos para aterrorizar a los de la
ciudad baja. Ciudad Babilón es el
lugar donde residen el grupo de expertos
que son percibidos por los de cuidad baja
como el dios de la fortaleza ilimitada.
Ginji Amano y Ban Midou irán a la fortaleza ilimitada en dos ocasiones en el anime, primero para rescatar unos lentes de propulsión nuclear y después para rescatar a Macubex (líder de ciudad baja y antiguo miembro de los Volts). En ambas travesías el trasfondo
de los eventos suscitados será cómo proteger a la ciudad baja y librarse del dominio de ciudad babilón. La definición que se le da a la fortaleza ilimitada es una referencia al solipsismo, en este caso es un grupo
de expertos quienes controlan el devenir de sus habitantes[8].
La búsqueda del bien común disfrazada como una agencia de rescate recuerda a dos series: Los magníficos[9], cuyo trabajo es similar a la de los Getbackers
solo que los primeros son ex militares y usan tácticas de guerra mientras que
los otros son personas con poderes fuera de lo habitual y a La gran sangre[10],
cuyo ideal es similar al de los Getbackers
(juraron utilizar sus habilidades para defender al inocente), en la primera
temporada de la gran sangre los
protagonistas tienen que tomar (apoderarse) el
cerro controlado por el conde
mientras que los Getbackers deben
liberar a ciudad baja del dominio de ciudad babilón.
Esta necesidad de tener héroes mesiánicos, que nos ayuden a
vivir con dignidad, es palpable, cada vez más en nuestra sociedad al igual que en el anime se plantea. Es
una postura paternalista esperar que alguien llegue, nazca o se rebele y nos
salve de toda la maldad que existe entre nosotros. Getbackers nos da a conocer un mundo dentro de ese mundo, seres virtuales
creados solo para ser utilizados como experimentos, seres que sienten y creen
en su existencia pero sin destinos alternos ni posibilidades de cambio. Entonces
surge una emergencia, liberarse de la manipulación de sus vidas,
de contrariar a quienes los crearon, de desclasarse (si se quiere), de
volverse globales para rescatar lo identitario.
Los personajes de Getbackers son todos leales a sus
principios, nadie traiciona a nadie, ni entre los “malos”
existe indicio alguno de traición o deserción. Solo existe descreimiento y
conversión, un ir y venir negándose y negando su identidad dentro de un todo, cuestionando su ser para luego re-convertirse y volver a creer en una causa
libertaria. Es una serie que nos muestra a enemigos (otrora amigos) que
persiguen a los “buenos” por haber abandonado el lugar donde lideraban a sus seguidores (Ginji abandona la fortaleza ilimitada y va, luego junto a Van para formar los Gertbackers, dejando desprotegida ciudad baja dado que los demás miembros de su pandilla se separar a raíz de su partida),
los acusan de traición y desean lidiar una suerte de nueva resistencia (ahora
sin el líder mesiánico “traidor y desertor”). Posteriormente estos mismos
perseguidores vuelven a creer en el ex líder, sin embargo ahora saben que no tienen
que dejar todo a su líder si no que ellos deben cooperar y aportar para
liberarse de quienes los oprimen.
En nuestros tiempos, donde esperamos a un salvador que gobierne nuestro estado, región o localidad, es común apostar por quien más cosas nos regala o quien promete “mano
dura” contra todo lo moralmente negativo. No creemos en equipos si no en
personas. No damos chance a quienes proponen cosas a largo plazo, apostamos por
quien nos llene la barriga hoy aún sabiendo que mañana nos robará el pan
nuestro y pasado mañana no habrá ni siquiera pan ajeno. Hacemos largas filas
para tomarnos fotos con personas mediáticas mientras que las artes y las
manifestaciones culturales se vuelven cada vez más una pose de “la gentita” y
no un evento que reúna y comulgue fraternidad. Estamos a tiempo de rescatar
nuestra libertad y nuestra capacidad de elección, aún podemos decidir qué nos
sirve y no solo que nos “dicen que nos sirve”. No vivimos dentro de la fortaleza ilimitada pero estamos
siendo testigos de cómo la violencia y la corrupción se institucionaliza, no
seamos cómplices del deterioro de nuestro futuro. Podemos rescatar la
esperanza, podemos construir en base a ella, no necesitamos mesías que luego profanen sus
principios, necesitamos humanos que abracen y apoyen nuestros sueños. Aún
existen personas que cumplen su palabra y siembran solidaridad, aún es posible
perdonar para caminar juntos, de haber problemas llamemos a la agencia de rescate Getbackers para que
rescaten nuestra esperanza, su efectividad es del cien por ciento.
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La pandilla de los Volts. Arriba el líder, el emperador relámpago Ginji Amano, abajo los cuatro reyes (de izquierda a derecha) Kazuki Fuchoin, Masaki Kurusu, Shido Fuyuki y Makubex |
[1] Entrevista
de César Hildebrandt al poeta Juan Gonzalo Rose, publicada el 10 de marzo
de 1980 en la Revista Caretas. https://agencias.lamula.pe/2013/07/29/juan-gonzalo-rose-yo-naci-para-ser-derrotado/agencias/
[2] Dos
artículos que se refieren a este tema:
-
¿Estamos en camino a la institucionalización de
la violencia en el Perú? Por: Enrique
Jaramillo Garcia
-
El fin de la república y el lumpen empresariado,
por: Jorge Millones https://millonesjorge.lamula.pe/2015/05/26/el-fin-de-la-republica-y-el-lumpen-empresariado/jorgemillones/
[3] Un
libro sobre la violencia en Mexico: Entre
las cenizas, un libro escrito por periodistas y sus historias de vida en tiempo de muerte. http://entrelascenizas.periodistasdeapie.org.mx/wp-content/uploads/2012/12/ENTRE-LAS-CENIZAS-completo.pdf
[8]
Para entender el término ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Solipsismo.
En esta nota también se puede leer que hay una tendencia de los mangas y animes
de hacer referencia a este concepto en sus obras.
Genial!!! 😃😀😀😀😀
ResponderBorrarGracias por leer.
BorrarEste mundo de cristal, nos espera una vez mas, parece que acaba... unidos sobreviviras. Si volvemos a empezar, lo que no pude lograr... contigo a mi lado no hay nada que pueda fallar...
ResponderBorrarSegundo Opening de la serie. La canción se titula: Baratito no Sekai, acompañó al anime desde el capítulo 26 hasta el final de la serie.
BorrarMe gustó como lo asociaste las ideas con el manga,soy latino también.tu texto me invito a reflexionar,en especial la parte de lo paternal,en algun punto es muy funcional para este sistema ,que la gran cantidad de población tenga una inclinación a ese Mesías.eso lo veo como un reflejo de un pueblo que fue adoctrinado para no ver el poder q posee.
ResponderBorrarActualmente soy estudiante de un profesorado en artes plasticas,y es muy evidente como la escuela (por lo menos en mi pais)tuvo q ver mucho con esto y fue concebida para formar pueblos dóciles ,sin un pensamiento critico.
Mientras haya esperanza, aunque suene cursi, habrá personas capaces de cuestionar el sistema. Muchas personas transmiten este cuestionamiento por medio del arte (en cualquiera de sus formas).
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