sábado, 11 de julio de 2015

No identificado (poema).

Dejé mi amor entre tus cosas,
lo dejé casualmente;
como cuando olvidas
las caras de quienes vez pasar;
como la vez que comí sin tener hambre,
tantas veces que no recuerdo
 alguna vez en especia.
Así dejé mi amor, sin saber
que se había quedado entre tus cosas.

Extravié mi vida entre tus cosas,
dejé de sentirla de repente.
Mi cuerpo, ahora huérfano
tan frío como silencioso;
tan difuso que no lo siento,
no respira, no camina;
pero lo veo y aún así
no lo siento.

Perdí mi alma entre tus cosas,
ahora temo la maldad y mi maldad;
desorientado doy vueltas en mi sitio,
abro los brazos y agacho la cabeza
giro y me bamboleo, sin caminos ni sentido.
¡No deseo ser salvaje!, devuélveme el alma
quiero ser cristiano.

Me olvidé entre tus cosas,
fue tu mirada
además de tu cuerpo;
debió ser tu timidez
seductora a tientas, lenta y blanda,
como la nieve al caer, sin viento ni tormentas.
Sirena que no dio tregua a un principiante,
nunca quisiste dejarme inocente.

Tus cosas son muchas y me olvidé entre ellas;
no todas fueron tuyas
eran de otros a veces;
pero se fueron quedando contigo
como las mías.
Al principio fueron de cada "nuevo" amor tuyo;
inclusive no eran tus amores,
eran ajenos, pero fuiste haciéndolos tuyos
hasta que se fueron perdiendo,
poco a poco se fueron sumando.

Y se perdieron y también me perdí,
y comenzaste en cero y creces
con cada pérdida, con cada olvido,
con cada timo, con cada hipnosis.
Sigues atrapando, sigues robando
sigues acumulando,
pacientemente sigues atrayendo.

Y yo sin saber dónde buscar entre tus cosas.

Las calles ayudan a extraviarme, a nunca encontrarme.


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