lunes, 29 de junio de 2015

Es una loca, una loca afirmación; La comunidad LGBTI+ (Reflexión).

“Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos”.Oscar Wilde[1]

Esta reflexión va dedicada a: Evelyn Ames Díaz (compañera de la universidad y una de las primeras personas incluyentes que conocí), Sebastian Quispe Ichpas (un conocido mío, homosexual a quien aprecio).

Tratar de aceptar nuestra diversidad es quizá tan quimérico como contar los granos de arena de un desierto. Nuestra sociedad ha ido cambiando, sus normas de convivencia y reglas morales también. Hace cinco siglos atrás era “natural” la esclavitud, a inicios de los 1900’ era indiscutible la subordinación de la mujer, el calentamiento global no era entendible y la homofobia era un concepto inexistente. Todo eso va quedando atrás, los tipos de discriminación menguan poco a poco y la intolerancia se hace visible cada vez más, no es que haya aumentado proporcionalmente sólo que ahora se evidencia y denuncia con más frecuencia que hace un par de décadas.

Sostengo la hipótesis de que la homofobia es un derivado del machismo en el que está sumida nuestra sociedad. Frecuentemente he presenciado y a veces he sido partícipe de cómo tildamos a algún varón de gay, ya sea por no relatar con cuantas mujeres ha tenido relaciones coitales (sean reales o inventados los relatos) o por no querer ser parte de alguna aventura de amigos, siempre se le tilda de “cabro”. Todo acto que simbolice la debilidad en el varón es visto como defecto, mientras el varón sea más tosco y autoritario su aprobación dentro del cenáculo que le rodea será mayor. Entonces la homofobia va por la incapacidad de aceptar las debilidades o feminismos (entiéndase el carácter débil) del varón, no es que se deteste la unión de personas del mismo sexo (los índices de consumo de pornografía lésbica son considerables en el público masculino[2]) lo que se niega es aceptar la deserción de un varón a su rol de macho dentro de nuestra sociedad.

No está probado si la homosexualidad sea hereditaria[3], tampoco lo está, que los hijos de parejas del mismo sexo tengan comportamientos patológicos. Somos una construcción social de manera que el argumento de que la orientación sexual es anti natura no posee sustento. Inclusive la religión es parte de una construcción social que ha cambiado con el tiempo. Remitiéndome al líder de la iglesia católica, el papa Francisco, este año en el jueves santo lavó los pies de un transexual y ya desde antes de su pontificado su opinión respecto a este tema era completamente abierto e incluyente[4]. Existen varios teólogos y filósofos que han aportado en este tema y concluyen que la homofobia es igual que el racismo, no tiene razón de ser pero es una práctica común sin sustento válido[5].

Y este año como todos los 28 de junio, salió la comunidad LGBTI+ a expresarse por El día del orgullo LGBTI+. Salieron a las calles con sentimientos encontrados. Por un lado celebraban la aprobación del matrimonio homosexual dictaminado por la corte suprema de los Estados Unidos de Norteamérica[6] que sentencia la legalidad del matrimonio en todos sus estados; del otro lado, la impotencia de que en el Perú se haya archivado una ley que les garantizaba la igualdad de derechos como los tiene una pareja heterosexual. Chile legalizó la unión civil, sin embargo en el Perú este tema todavía sigue siendo: una loca, una loca afirmación, como dijo el entonces candidato presidencial y ahora actual alcalde de lima en alusión al actuar congresista Carlos Bruce, quien proponía la aprobación de la Unión civil entre personas del mismo sexo u orientación distinta a la heterosexualidad. La desilusión que recibieron al archivarse el proyecto de ley me recuerda a Ciudad Babilón (GetBackers) donde el destino de la fortaleza ilimitada es controlada por unos cuantos llamados el “grupo de expertos”[7].

Un par de cosas últimas: Primero, no estoy atacando a quienes no estén de acuerdo con una orientación sexual distinta de la que profesan, sólo pido sean tolerantes aunque eso cueste (a mí me costó al inicio pues no sabía cómo tratarlos). Segundo, es indignante la doble moral y la pose de algunas empresas y medios de comunicación, también personas específicas quienes hasta hace una semana atrás no apoyaban ni se indignaban con el archivamiento de la propuesta por la unión civil[8] y ahora ponen en sus fotos de Facebook la bandera gay, claro como USA aprobó la legitimidad del "matrimonio gay", ahora sí es bueno de pronto estar a favor. Yo puse mi foto con esos colores en reconocimiento a su lucha en favor de tener los mismos derechos que los demás. Me casaré (si es que lo hago) con una mujer, no puedo pensar en cómo sería tener una pareja del mismo sexo, me siento nadie para juzgar la manera en que desean ser felices quienes deciden aceptarse distinto de los demás. Respeto a las personas GLBTI+ y apoyo su lucha en favor de tener los mismos derechos que los heterosexuales. Si se casan o no o si adoptan una criatura o no es algo que ellxs decidirán y lucharán para conseguirlo. Entre tanto me pregunto: De quedarme sólo, ¿Por qué el estado me negaría la oportunidad de ser padre adoptando a una criatura, sólo por no cumplir con el requisito de tener pareja? Esa lucha será más mía y ahí promovería el día del padre soltero.

Existieron y existen personas trascendentes que tenían una orientación sexual diferente a la convencional[9], no podemos satanizar y fingir que solo traen consigo calamidades. Respetar no significa comulgar con todo lo que otra persona cree, siente y razona. Mostrar respeto significa aceptar las diferencias y tener la capacidad de buscar sentimientos afines, sueños comunes, ideales. Seamos tolerantes, dejemos de insultar y esforcémonos por comprender y aprender de lo diverso, eduquemos en respeto, comprensión y solidaridad, de lo contrario estamos "condenados a vegetar en el clima de la mediocridad"[10].


Fotografía publicada en el facebook oficial de
Arnold Schwarzenegger.
Hasta el 2010 estuvo en contra de la unión civil, ahora la apoya.





[1] Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde(Dublín, Irlanda,  16 de octubre de 1854 -París, Francia, 30 de noviembre de 1900) fue un escritor, poeta y dramaturgo irlandés homosexual.
[3] Una investigación reseñada por  William Kremer sostiene que no existe  la herencia genética en la homoxeualidad: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/03/140222_mitos_medicos_realmente_homosexualidad_evolucion_jgc_finde
La entrevista que el papa concedió a una revista jesuita: http://blog.cristianismeijusticia.net/?p=9857&lang=ca
En ambos enlaces se comprueba que la labor de la iglesia es la de acompañar a la persona desde su identidad sexual.
[5] El filósofo y teólogo peruano Raúl Zegarra analiza la unión civil a la luz de la biblia y la tradición cristiana: https://sagradaanarquia.wordpress.com/2014/05/30/la-union-civil-la-biblia-y-la-iglesia-la-entrevista-que-no-se-publico/
[9] La filóloga y periodista Ángeles Cuéllar nos presenta una lista de escritores gays y lesbianas. http://bloggeles.blogspot.com/2011/03/escritores-homosexuales.html
Otro enlace donde podemos conocer a 28 científicos homosexuales. http://curiosidades.batanga.com/6213/28-cientificos-y-pensadores-homosexuales-que-debes-conocer
[10] Canción El mediocre, Ernesto Sanchez Fajardo El Jilguero del Huascarán.

miércoles, 24 de junio de 2015

Alucinado (cuento).

¡Maneja con cuidado oe!, ¡ya pe causa maneja bien!, ¡que crees que somos animales, insensato!. Me había subido a una combi con destino a Chosica, allí se encontraban mis compañeros de colegio, ensayando nuestra presentación para la noche, esa noche sería nuestra fiesta de promoción. La combi viajaba a tal ritmo que parecíamos llaveros colgados de algún objeto en movimiento. A causa de los zigzag y frenos “en seco” que daba el transporte tuve miedo de que el señor que iba sentado al lado mío me propinara un puñete en la cara, iba yo parado, colgado de la baranda, sí iba colgado, pues era bajo y realmente parecía un llavero movido al son del vehículo. Hasta en dos oportunidades tuve que pedir disculpas a ese señor, calvo, alto y con cara de matón, vestía con saco y corbata, iba de negro desde los zapatos hasta la camisa, inclusive sus intenciones me parecían oscuras. Le pedí disculpas, la primera vez avergonzado y la segunda aterrado por su expresión matonezca que su cara dibujó al verme – Ten cuidado idiota – me dijo cuando reincidí al golpearle la cara con mi pelvis – webón concéntrate en lo que haces o terminarás muerto antes de lo que estás planeando – me dije.

El vehículo híbrido que nos transportaba, una mezcla de camión infinito donde se apilaba a los usuarios hasta más no poder y un auto F1 campeón de algún Prix seguramente, se dirigía a mi destino, más rápido de lo que esperaba, sin duda estaba en una competencia con otro vehículo por tratar de tener más pasajeros. Estaba absorto en mis pensamientos, imaginé los siguientes cinco minutos dentro del transporte público en el que viajaba. Después de detenernos en un paradero, retomaríamos la carrera y para ganar tiempo invadiríamos el carril contrario, ventaja que era sublime ya que teníamos que pasar el semáforo dos cuadras adelante donde los carros estaban enredados (serrándose el pase) entre sí. Una vez invadido el carril contrario, el chofer que piloteaba la combi donde yo me bamboleaba miraría a su derecha y con ironía haría sonar el claxon, de repente otro claxon metros más adelante sonaba desesperado. El choque había sido inadvertido, los pasajeros de la unidad donde viajaba todos muertos (yo salí volando igual que una cometa al romperse el hilo), del otro lado el camión sólo se abollaría la caseta y el chofer sería sacado en ambulancia entre los fierros retorcidos. Al fin había conseguido ser el centro de atención el día de mi fiesta de promoción – Te lo dije, te ganaría hermano – le repetiría riendo desde mi sepultura a mi amigo mientras mis compañeros llorarían mi deceso “era bueno”, “el más inteligente de todos”, “siempre estaba ahí para ayudarnos” – Cállense mierda, ustedes me quitaban mis tareas, jamás les di por voluntad propia – proferiría indignado. – Siéntate chibolo, porque una más y dejo de tener lástima y te estrello contra la ventana, ¡baja semáforo! – era la tercera vez que rosaba, un empellón brusco y seco ahora, mi pelvis contra ese sujeto y esta vez mi correa le había dejado una marca en la cara.

Detesto las ceremonias, las fiestas y hasta los brindis, los detesto porque en ellos veo como se entremezclan la simpatía y el aborrecimiento. En mi último cumpleaños todos mis compañeros de colegio vinieron a casa, invitados por mamá, me saludaban con un abrazo o un beso (las mujeres), daban discursos fingidos de lo encantador que era y esperaban como buitres la comida que mamá había preparado, llenaban sus estómagos, ensuciaban mi baño y después de bailar se largaban artos de comida y jaleo. – Si webón, no quieres ir a la fiesta de promo’ por que Fiorella va a ser mi pareja, acéptalo chivo, en tu propio cumpleaños me la agarré, ahora iré con la chica más deseada de la clase a la fiesta – Fernando me repetía una y otra vez esas palabras, luego decía: – Soy mejor que tú en todo, así que se un buen amigo y préstame tu cuarto para campeonar, te prometo que te dedicaré mi acto heroico, Fio atracó hace rato. ¿Quieres ver las fotos que me manda al cel? ¡Más enferma resultó! – no lo podía creer, sin duda ese exagerado de “chimenea” Fernando estaba alucinando, seguro en vez de fumar cigarro ya comenzó a fumar otra vaina, sí era eso, ¡tiene que ser eso!. Fiorella era mi musa desde cuando tengo uso de razón, siempre fue amable conmigo, siempre estuvo allí para consolarme y desde siempre venía a invitarme para ir a las misas o participar de la parroquia, estas últimas a las cuáles nunca accedí – Soy racional, no entiendo cuando me hablas de “dios” – sin embargo su sonrisa angelical y sus maneras dulces al hablarme fueron lo que siempre me cautivó en ella.

Fiorella participaba del grupo juvenil de la parroquia de mi distrito, era parte de gente que saltaba alzando las manos y gritando a un ente que dizque estaba allá arriba, los domingos eran odiosos pues ella junto a su grupo cantaban y hacían coreografías a alguien que yo no veía, ese espectáculo tenía que presenciarlo ya que la casa de mi amigo estaba al lado de la parroquia. Fernando y yo nos íbamos al río, tirábamos piedras al agua y a veces nos animábamos a cruzar hacia el otro lado. Siempre íbamos solos, a Fernando le gustaba dibujar sentado mientras yo tarareaba alguna marcha militar o imitaba algún cántico gregoriano, Fiorella me había enseñado algunos, y le ponía alguna letra que incitara algo apocalíptico. Eremos amigos, buenos amigos, amábamos los animes japoneses, y nuestra meta era radicar en Japón. Habíamos jugado e imitado a cuanto personaje animado conocíamos. Un día me corté la ceja al caer de cabeza tratando de emular una movida de Charizard (un pokemón tipo fuego con apariencia de dragón). Ambos nos fijamos en Fiorella, nuestra musa. El año pasado, cuando amanecimos conversando en la fiesta de navidad del vecindario, ambos confesamos nuestro gusto hacia nuestra compañera de salón y ahora nuestra compañera de grupo y posible camarada en nuestras andanzas, entonces hicimos una promesa y reto a la vez: En la fiesta de promoción veríamos quién se queda con ella (como si se tratase de un objeto). Yo tenía la ventaja pues la conocía de toda la vida, era carismático, gilero y a más de la mitad de mis compañeras de salón las había besado, en cambio Fernando sólo sabía dibujar, lo hacía bien. ¿A quién le gusta un tipo cursi?, era obvio en estos tiempo o lo tomas por las buenas o por las malas, mi victoria estaba segura.

-Asiento para la señora– había subido una chica de unos veintidós años con un niño pequeño –La lleno– fue lo primero que se me ocurrió. Fernando al verla seguro apreciaría su mirada, decía que la mirada era el libro que siempre tienes que leer en tu interlocutor. Webadas, la flaca tenía unas caderas y una cintura agradable, por supuesto que le cedí el asiento. – Ahora sí, carrito muévete lo mas torpe que puedas para poder toparla – pensé. Sin embargo algo en ese niño, sentado en las piernas de la chica, me hizo recordar a Fernando a Fiorella y a nuestro reto, el niño estaba comiendo un helado en un cono. Me miraba insistentemente el mocoso que me intimidó, lo acepto, me miró como cuando Fernando me miraba, es más reconocía la cara de Fernando en ese niño, ¿será cierto que los ojos son los libros que hay que leer? Me pregunté. Si era tan macho como decía serlo ¿porqué Fernando besó primero a Fiorella?, y si Fiorella era tan inmaculada como yo la creía, ¿porqué le mandaba fotos pervertidas, como Fernando afirmaba? y por último si Fernando era tan romántico y “caballerito” como decía serlo ¿porqué el día de mi cumpleaños llevó a Fio al baño de mi casa? y la besó según me contaron mis compañeros. Nada tenía sentido, ¿será que me había enamorado y no era capaz de utilizar mis armas seductoras con ella?, ¿será que tanto él como ella fingían personalidades que en realidad no eran? ¿Sería que los tres estábamos vacíos y nuestros maneras eran un muro que negaba el acceso a nuestro yo verdadero? Algo de todas esas dudas tenía que ser cierta, de lo contrario no me sentiría perdedor pues se suponía que yo era el seductor, Fernando el anticuado y Fio la presa, y este niño que no deja de mirarme que ya me quitaron las ganas de rozar a su mamá o quizá era su hermana quién sabe.


¡Al diablo!, a pocas cuadras bajo y si Fio aceptó ser pareja de Fernando que le aproveche, total de seguro tres o cinco compañeras me estarían esperando para ser su pareja esa noche, gozaría de lo lindo y total quien quiere a una musa, ni que fuera pintor como mi amigo, soy racional, viviré en Japón y una mujer no será mi estanco, me dije. –Lo único que lamento es que un niño me haya intimidado, con sus ojos redondos e infinitos, rozar a esa mujer, sí solo eso lamento–. Hora de bajar –¡baja esquina!–. Genial primer punto para mí, total al final seré como siempre el centro de la fiesta, meren a mis compañeros, todos esperando y… ¡valla sorpresa! En realidad no, pero ahí estaban cinco de mis compañeras esperando ansiosas a que llegara para correr por mí, me pedirían que fuera pareja de alguna sin duda, al extremo derecho estaban Fernando y Fio conversando con mi profesora. ¿Qué sucede? Fio me vio y comienza a correr hacia mí –Atrás bandidas, la legal viene en camino– pensé. Como si adivinaran mi pensamiento, las cinco chicas no se acercan más, por fin Fio me da el alcance y... –Te estuve esperando, en realidad eres tú a quien elegí– sí ese será su discurso. ¡Qué carajos! Fio se pone de rodillas frente a mí y me abraza con sus dos manos la cintura, ¿Será que en realidad era peor de lo que Fernando me contó? Mis demás compañeros se ríen extasiados, otras aúllan como coyotes y Fernando junto a la profesora se acercan avergonzados. Si yo fuera Fernando también me avergonzaría de que mi pareja de arrodillase frente a su amigo y lo abrace por la cintura, de igual modo si fuera la profesora. Fio saca un pañuelo del bolsillo de mi pantalón y comienza a limpiar mi pantalón, precisamente la parte de mis genitales. Recuerdo que teníamos una confianza tal que el uno sabía que llevaba el otro en sus bolsillos, pero ¿qué está limpiando? Agacho la cabeza para ver porqué realmente Fio se había puesto en esa posición. ¡Maldita sea!, ¡qué cosa es esa crema blanca que está derramada desde mi bragueta hasta mi pierna derecha!, ¡el mocoso del helado!, ahora entiendo las risas de mis compañeros y los flashes que salieron de sus cámaras. –Juanjo, ganaste, te robaste la atención de todos– dijo mi amigo mientras me cubría para que los demás dejen de fotografiar, –Hay  Juanjo, siempre tú de despistado, desde pequeño, ¿recuerdas cuándo te caíste de ceja?–.  –Sí Fio, lo recuerdo–. Otro día vengo en taxi ¡lo juro!.




martes, 16 de junio de 2015

Idas y vueltas (poema).

Comienza la tarde,
un vacío yace en mí;
es tu silencio,
o quizá tu ausencia,
otrora fue tu presencia.

Comienza el frío,
busco y no encuentro abrigo;
siento el dolor del tiempo,
presumo tu distancia;
Aún recuerdo tu cobijo.

Principia el desierto,
solo el polvo se levanta;
perdidos y con sed,
tú, si mí para existir;
Acaricia la ilusión.

Las luces tenues del camino,
un rumbo sin sentido,
ese es tu destino;
No arribes todavía,
no sin sentir perderte,
sin sentir perderme.

Llego a casa frío,
adormecido el alma,
agujereado de recuerdos;
soplo el sirio y exijo dormir,
intento borrar para sanar.

Afuera existes,
aquí dentro dueles;
en medio el limbo,
abrazarte o desconectarte,
aquí dentro aún insistes.

Espero una llamada,
una prueba de tu veracidad;
quizá no eras real,
quizá siempre fuiste falaz,
efímera extensión de mi existencia.

martes, 9 de junio de 2015

En busca del límite de la fortaleza ilimitada. Crónica de los GetBackers.

“…hay almas que demoran mucho en percibir que ya no tienen identidad… cuando adquieren esta conciencia de su no identidad recién es que se disuelven del todo…”.Juan Gonzalo Rose citando a Víctor Raúl Haya de la Torre 
en una entrevista con Cesar Hildebrant[1].

Desde hace algunos años observamos como nuestra sociedad tiende a institucionalizar la violencia y la corrupción. Aquí en este algo llamado Perú se comienza a avizorar cómo, poco a poco, las mafias vinculadas al narcotráfico, la delincuencia, el sicariato, las empresas transnacionales incólumes a la sensibilidad ambiental y derechos laborales y la corrupción de las instituciones públicas y su clase política, se comienzas a apoderar de nuestras vidas con la colaboración de los medios de comunicación adormeciendo nuestra razón y dopando nuestro juicio[2].
Portada del manga y anime Getbackers
Ginji Amano y Ban Midou
Nace un grito de angustia y urgencia que clama: libertad, igualdad y justicia, fraternidad y comunión entre iguales diría yo. Ese grito no es aislado, casi todos los países sopesan las mismas laceraciones, México o Brasil son claros ejemplos del gobierno de las mafias[3]. Precisamente este es el tronco donde se desarrolla la historia del manga GetBackers[4], escrito por Shin Kibayashi[5] bajo el alias de Yuya Aoki y dibujado por Rando Ayamine. Posteriormente fue adoptado al anime. Los Getbackers es un dúo de jóvenes (Ginji Amano “el emperador relámpago”, antiguo soberano de ciudad baja, líder de la pandilla de los Volts cuya habilidad es controlar y general electricidad y Ban Midou nieto de “la última bruja del siglo xx” de quien heredó el Jagan [mal de ojo, produce alucinaciones en sus víctimas durante un minuto], posee una fuerza de agarre de 200 kilogramos en su mano derecha) que rescatan objetos perdidos o robados, cobran una suma elevada por sus rescates, cuya efectividad en su trabajo es del 100%, viven en Tokio y sus clientes los pueden ubicar en el Honky Tonk Café,  todo esto mientras existe una edificación en la ciudad llamada fortaleza ilimitada, construida a medias, sin leyes estatales que la regule y que sirve como laboratorio para experimentar en las personas que viven allí.
Los Getbackers en el Honky Tonk Cafe,
junto a Hevn (entrando junto a la puerta)
Natsumi Mizuki (empleada del local y la primera en contratarlos)
y Paul Wan ( dueño del local).
La fortaleza ilimitada es un conjunto de edificaciones a medio construir que “Durante la gran depresión, a finales del siglo pasado, abandonaron la construcción de un gran número de edificios y no la terminaron. Un grupo de personas sin hogar, que huían de la ley, se establecieron y rápidamente se convirtió en una zona sin ley con la que nadie, ni siquiera el gobierno, quería meterse. Ahora ha sido eliminada de los mapas y fingen no verla pero se dice que tiene una población de diez mil a vente mil habitantes” (respuesta de Ban Mido a Himiko antes de emprender la primera misión dentro de la fortaleza ilimitada)[6]. Sin embargo no sólo se trata de un sitio donde se rige por la supervivencia del mas fuerte, su existencia y permanencia como tal responde a un propósito experimental: “El grupo de expertos, es la organización que controla la fortaleza ilimitada, es una reunión de personas con habilidades especiales (científicos, ingenieros, artistas, patrocinadores acaudalados quienes proveen de fondos, políticos y aquellos que tienen habilidades físicas superiores). Todos ellos se reunieron y de esta reunión surgió un plan, un plan para hacer un gran sitio experimental, un lugar para probar las ideas que a ellos se les ocurriera, en otras palabras un plan para crear esta fortaleza ilimitada (un edificio inteligente)” (relato del farmaceuta Yen [el arquitecto del edificio inteligente que es la fortaleza ilimitada] a los GetBackers cuando estos preguntan acerca de la verdad  de la fortaleza ilimitada)[7].
La Fortaleza Ilimitada.
Este sitio está dividido en tres niveles: La ciudad baja donde vive la gente común, gente que vive de lo que trabaja y sobrevive al ataque de quienes bajan de los pisos superiores. Los pisos medios o línea del cinturón, lugar donde viven personas creadas y/o manipuladas por el grupo de expertos para aterrorizar a los de la ciudad baja. Ciudad Babilón es el lugar donde residen el grupo de expertos que son percibidos por los de cuidad baja como el dios de la fortaleza ilimitada.

Ginji Amano y Ban Midou irán a la fortaleza ilimitada en dos ocasiones en el anime, primero para rescatar unos lentes de propulsión nuclear y después para rescatar a Macubex (líder de ciudad baja y antiguo miembro de los Volts). En ambas travesías el trasfondo de los eventos suscitados será cómo proteger a la ciudad baja y librarse del dominio de ciudad babilón. La definición que se le da a la fortaleza ilimitada es una referencia al solipsismo, en este caso es un grupo de expertos quienes controlan el devenir de sus habitantes[8]. La búsqueda del bien común disfrazada como una agencia de rescate recuerda a dos series: Los magníficos[9], cuyo trabajo es similar a la de los Getbackers solo que los primeros son ex militares y usan tácticas de guerra mientras que los otros son personas con poderes fuera de lo habitual y a La gran sangre[10], cuyo ideal es similar al de los Getbackers (juraron utilizar sus habilidades para defender al inocente), en la primera temporada de la gran sangre los protagonistas tienen que tomar (apoderarse) el cerro controlado por el conde mientras que los Getbackers deben liberar a ciudad baja del dominio de ciudad babilón.

Esta necesidad de tener héroes mesiánicos, que nos ayuden a vivir con dignidad, es palpable, cada vez más en nuestra sociedad al igual que en el anime se plantea. Es una postura paternalista esperar que alguien llegue, nazca o se rebele y nos salve de toda la maldad que existe entre nosotros. Getbackers nos da a conocer un mundo dentro de ese mundo, seres virtuales creados solo para ser utilizados como experimentos, seres que sienten y creen en su existencia pero sin destinos alternos ni posibilidades de cambio. Entonces surge una emergencia, liberarse de la manipulación de sus vidas, de contrariar a quienes los crearon, de desclasarse (si se quiere), de volverse globales para rescatar lo identitario.


Los personajes de Getbackers son todos leales a sus principios, nadie traiciona a nadie, ni entre los “malos” existe indicio alguno de traición o deserción. Solo existe descreimiento y conversión, un ir y venir negándose y negando su identidad dentro de un todo, cuestionando su ser para luego re-convertirse y volver a creer en una causa libertaria. Es una serie que nos muestra a enemigos (otrora amigos) que persiguen a los “buenos” por haber abandonado el lugar donde lideraban a sus seguidores (Ginji abandona la fortaleza ilimitada y va, luego junto a Van para formar los Gertbackers, dejando desprotegida ciudad baja dado que los demás miembros de su pandilla se separar a raíz de su partida), los acusan de traición y desean lidiar una suerte de nueva resistencia (ahora sin el líder mesiánico “traidor y desertor”). Posteriormente estos mismos perseguidores vuelven a creer en el ex líder, sin embargo ahora saben que no tienen que dejar todo a su líder si no que ellos deben cooperar y aportar para liberarse de quienes los oprimen.

En nuestros tiempos, donde esperamos a un salvador que gobierne nuestro estado, región o localidad, es común apostar por quien más cosas nos regala o quien promete “mano dura” contra todo lo moralmente negativo. No creemos en equipos si no en personas. No damos chance a quienes proponen cosas a largo plazo, apostamos por quien nos llene la barriga hoy aún sabiendo que mañana nos robará el pan nuestro y pasado mañana no habrá ni siquiera pan ajeno. Hacemos largas filas para tomarnos fotos con personas mediáticas mientras que las artes y las manifestaciones culturales se vuelven cada vez más una pose de “la gentita” y no un evento que reúna y comulgue fraternidad. Estamos a tiempo de rescatar nuestra libertad y nuestra capacidad de elección, aún podemos decidir qué nos sirve y no solo que nos “dicen que nos sirve”. No vivimos dentro de la fortaleza ilimitada pero estamos siendo testigos de cómo la violencia y la corrupción se institucionaliza, no seamos cómplices del deterioro de nuestro futuro. Podemos rescatar la esperanza, podemos construir en base a ella, no necesitamos mesías que luego profanen sus principios, necesitamos humanos que abracen y apoyen nuestros sueños. Aún existen personas que cumplen su palabra y siembran solidaridad, aún es posible perdonar para caminar juntos, de haber problemas llamemos a la agencia de rescate Getbackers para que rescaten nuestra esperanza, su efectividad es del cien por ciento.
La pandilla de los Volts.
Arriba el líder, el emperador relámpago Ginji Amano,
abajo los cuatro reyes (de izquierda a derecha)
Kazuki Fuchoin, Masaki Kurusu, Shido Fuyuki y Makubex



[1] Entrevista de César Hildebrandt al poeta Juan Gonzalo Rose, publicada el 10 de marzo de 1980 en la Revista Caretashttps://agencias.lamula.pe/2013/07/29/juan-gonzalo-rose-yo-naci-para-ser-derrotado/agencias/
[2] Dos artículos que se refieren a este tema:
-         ¿Estamos en camino a la institucionalización de la violencia en el Perú? Por: Enrique Jaramillo Garcia
-         El fin de la república y el lumpen empresariado, por: Jorge Millones https://millonesjorge.lamula.pe/2015/05/26/el-fin-de-la-republica-y-el-lumpen-empresariado/jorgemillones/
[3] Un libro sobre la violencia en Mexico: Entre las cenizas, un libro escrito por periodistas y sus historias de vida en tiempo de muerte. http://entrelascenizas.periodistasdeapie.org.mx/wp-content/uploads/2012/12/ENTRE-LAS-CENIZAS-completo.pdf
[4] Para saber más sobre el manga y anime Getbackers http://es.wikipedia.org/wiki/GetBackers#Anime
[5] Sobre el autor Shin Kibayashi http://es.wikipedia.org/wiki/Tadashi_Agi
[6] Ver el capítulo 11 de anime: https://www.youtube.com/watch?v=xakW93dDLfE
[8] Para entender el término ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Solipsismo. En esta nota también se puede leer que hay una tendencia de los mangas y animes de hacer referencia a este concepto en sus obras.
[9] Serie de televisión estadounidense de los años 80’ http://es.wikipedia.org/wiki/The_A-Team
[10] Serie de televisión peruana de los 2000’ http://es.wikipedia.org/wiki/La_gran_sangre

jueves, 4 de junio de 2015

Quién diría IV (poema).

Mi misión al arribar fue buscarte,
mi tarea encaminarte;
guiarte por trochas y fieras al asecho,
conducirte aún entre pertrechos.

Ahora que niegas tus ideas,
Recorres callejones a siegas;
Desdices tus juramentos,
Lamentas tus sellos y señales.

Ahora mi nueva misión es extinguirte,
Seré tu verdugo, ya no he de servirte;
Lo sé, siempre serás parte de mí,
Porque soy Adán y saliste de mí.

Entonces buscarte no será fácil,
Ya no eres la del carácter dócil;
Se extinguió la del pensamiento puro,
Ahora caminas en deriva y a la aventura.

Te he encontrado triste,
A la defensiva, igual al día que te fuiste;
Te hallé cansada y más perdida,
Buscabas respuestas y volviste abatida.

Esta vez no, ¡querida!,
No hay tiempo para ser acogida;
Es la hora del paredón, reza y clama perdón,
No eres mala, simplemente eres traición.

Negaste tu destino y abandonaste a los tuyos,
Blasfemaste tu credo y rompiste el anillo;
Terminaste las reservas y no compartiste,
El pan nuestro se volvió tuyo y lo vendiste.

Piedad de último instante,
Renuncio a tu castigo, soy tu amante;
La gente me apedrea y te libera,
Me entrego, ya estás fuera.

Vete y sigue alegre, no llores se fuerte;
Soy tu creador y no tu señor;
Tus pecados sanaré, por ti me martirizaré.