Tú, mercado,
yo comunidad;
Tus
coqueterías y curvas engañosas,
Me desubican
y me expropian el sentir,
Yo pienso en
un bien social,
Me corriges
y sentencias:
¡Sólo hay bienes de consumo!.
Nuestras
amistades esperan suspirando,
En el atrio
de una iglesia, nos ven casados;
Son
alucinaciones, locas confusiones,
Somos
amigos, conocidos por canciones;
Somos
coincidencias de timidez,
Soplidos juntados por un vendaval.
Sueñas ser
el mundo,
Su eje y su
atmósfera, un todo incluido;
Dictas arrodillarse
al más poderoso,
Sea por
capricho o demostrar tu embrujo;
Eres tiranía
complaciente, idea adormeciente;
Criatura fatal igual que falaz necesidad.
Sin embargo,
hoy sentí tu frío,
Hoy sentí
frío tu discurso, extraña tu razón;
Algo más que
un rechazo,
Es rebelión
lo que se gesta dentro mis abrigos,
Comercializaste
todo, ¡hasta al ser!,
Pero mi vida, granito ínfimo, se yergue en libertad.
Me percaté
que eras un gran recipiente,
Un espacio
hueco e insipiente;
Eras una
cara maquillada, una sonrisa fabricada,
Vives de tus
afectos para callar tus defectos;
Sientes con intensidad
y precisión perfecta,
Así tu cotización y especulación no se afecte.
Fuiste mi
norte desde siempre,
Ahora luces
una figura ilusa y torpe;
Te dedicabas
a ordenarme mandados,
¡Dime! ¿Donde
está ahora ese esclavo?;
Creías eterna
tu pócima, eterna dictadora,
Me vez alejarme, ¡adiós, mirada cautivadora!.
![]() |
Foto referencial También de mi viaje a Canta-Lima Diciembre del 2010. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario