domingo, 25 de enero de 2015

Perra suerte (poema).

Nacimos junto al corral,
Al lado de un hermoso matorral;
Crecimos entre nieve y cabras,
Tú comías cocido y yo tus sobras,
El progreso llamó en tu mocedad,
Me refugié en la efímera soledad.

Ahora, vienes por temporadas,
quizá meses, o en vacaciones obligadas;
me acostumbro a tu presencia,
despierto al día siguiente,
ya de nuevo, otra vez, tu ausencia.

Mis ladridos y gimoteos
Son nada cuando llega tu partida;
me acaricias la piel
me das un poco de comida,
y te pierdes rumbo al este.

No se donde queda ese tu destino,
sólo atino a mirar al horizonte
viendo como te alejas tras el cerro,
para luego en un carro
desaparecer tras el nevado.

No sé cuánto dure, esta vez, tu llegada,
Tampoco sé si estaba planeada;
Te pido me des afecto y compañía,
Déjame eternizar esta armonía;
Quizá la siguiente vez,
Me encuentres envenenado
o ya enterrado.

Aún así te ayudaré,
Aún ahora y después te alabaré;
Iré contigo, de hambre o enfermo,
Acudiré a tu llamado, aún si ahora duermo;
No me considero un servidor,
Me considero escudero y tú mi mentor.




2 comentarios:

  1. Me emociona este poema. Simple pero tan hermoso.

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    1. Este poema lo escribí en memoria de mis perros. A veces llego al campo y ya no están.

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