jueves, 30 de octubre de 2014

Te descubrí (poema).

No se quién,
Dudo el porqué
¿Para qué?
¡Quién sabe!
Simplemente la amé.

Desperté, la pensé;
Caminé sonriente,
No me importó el después
Ni si real era su tez.
¡Me enamoré!

 Dibujé olas al andar,
Tropezaba sin más;
No quería parar,
Inconcebible un jamás.
¡La encontré!

En realidad ella existió,
Conmigo siempre vivió;
La encontraba en el canto,
En las risas tímidas.
¡Ahora lo sé!

Tenemos un cómplice,
Una banca de madera;
Madera que vio y calló,
Eras mi pupila.
¡Ahora eres mi Dalila!

Me desperté y te acudí,
Curé tus heridas, lavé tu alma;
Advertí que ya no eras seguidora,
Ahora serías
Eterna compañera.

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