sábado, 11 de octubre de 2014

El amor que nunca vivimos (poema).

El disco tocaba y mi corazón te pensaba,
La canción contaba nuestra historia,
En ella el amor de dos amigos discurría,
La historia de toda una vida junta vibraba.

Cuando temías, acudía a tu ventana
Espantaba fantasmas o simples espejismos de niño
Jugábamos, tú siendo princesa y yo tu escudero
Me pedías ir a tierras foráneas en busca del príncipe.
Tu gratitud, siempre la mitad de tu reino.

Fuimos compañeros de cama muchas veces,
Tantas veces te dormiste en mi regazo,
Aparecías de noche y contemplábamos el cielo
En invierno corríamos empapados por la calle
En verano nos perdíamos en la playa.

Crecimos y una sirena asomó mi puerta,
No eras tú, esta era irreverente, despreocupada,
Te quitó tu espacio, conquistó mi corazón,
Era tan fugaz que me sedujo al momento,
Me dejaba sin aliento, mientras te llevaba el viento.

Un día, me dijiste lo siento,
Eres tú en quien pienso, el que me da aliento,
Ni sábanas ni argumentos, me dejaste desierto,
Entre tanto, la de mis sueños dorados esperaba
Lo hacia en brazos extraños, se distraía.

¡Cómo sentir lo mismo que tú!
¿Cómo amar ahora, esa tu quietud?
Mi corazón está entregado al remolino,
Mi vida orbita en torno a las centellas.

Te quedaste atrás, no diste señales,
Jamás algo diferente, nunca ni de repente,
No puedes exigir me valla a tu lado,
Ni peor aún escapado, eres ya
Solo… mi pasado.

Pasado que no fue y jamás quiso ser,
Ayer que recuerdo solo como amistad,
Atrás donde siempre vi solo hermandad,
Memorias muertas de una infancia arcana,
Palabras olvidadas que jamás dirán mañana.

Me apena tu mirada, triste y en retirada,
Me entristece tu luto, largo y contagioso,
Deseo que arribes a buen puerto,
Sé que te vas y en medio del viaje… perecerás,
Y ese sueño eterno, será felicidad eterna.
Dormirás el sueño, donde eternamente me amarás.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario