viernes, 19 de septiembre de 2014

Poder pesado (poema).

Vencido y ya en tierra,
olvidado por amigos y seguidores,
elevando el puño alzó la mirada;
¡Libertad! sentenció.

Su cadáver volverá a la madre,
tierra que lo vio sufrir, soñar,
seno que acompañó su rebelión;
¡Victoria! profetizó.

Cuando chico, comió migajas del opresor,
lo escupían, lo botaban,
con los animales en el corral vivía;
¡Indio! le espetaban.

Su revuelta duró tres años,
una vida se fue en ella,
expulsar a los invasores era la consigna;
¡Destruirlos! la misión.

Líder del cuartel general rebelde,
símbolo de justicia y reivindicación,
llegó a creer que Dios le temía;
¡Libertad! y su alma palidecía.

Un amor muerto y un puñal de amigo,
su pueblo mudo testigo,
él y su caballo en la batalla;
¡Murió! se terminó la herejía

Desde las montañas se ve todo el panorama
se ven las carencias y los abandonos.

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