La tristeza
interrumpió mi soledad,
Me notificó
tu compromiso.
Se despidió,
cruzó el umbral
Echó a reír, volteó y fingió pesar.
La gente
alababa sus amores
En mi cabeza
una y mil temblores.
Llamaban mi
nombre,
Vinieron y
dijeron que moriría
De pena si no sabia,
de amor si abrazaba mi valentía.
Me vestí
como para un duelo,
Aves y
arpías alzaron vuelo espantadas.
Caminé con
la mano firme en el pecho
Desenfundé
una espada,
¡No! Era una carta y un adiós.
Un abrazo.
Ahora
corremos por nuestra vida,
Rodeados y
sin salida,
ayudados por la neblina
Un beso, un
adulterio cometido,
La gente sin
criterio asqueada
Nosotros para siempre unidos.
El “argos” esperaba,
subo vellocino al lado
Si nos dan
alcancé recuerda:
-Esperaré a que me robes,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario