martes, 12 de julio de 2016

#‎TeExtrañoAmiga‬ (poema).

De tanto estar sentado me aburrí,
salí a caminar. 
Cuando estuve saliendo, mientras cerraba la puerta
tras de mí, escuché una voz,
una alucinación. 
Era una voz tibia,
una voz tímida, con frío,
una voz casi muda.
Reconocí la voz
era de quien supo ser camarada, 
cómplice de aventuras.

Al salir no escuché más
los ruidos de la calle,
de los pasos
ni de los gatos,
nada se oía. 
Yo solo escuchaba: "cris no vayas", "deja de ser loco y duerme".
Suena raro,
pero fue tan clara la voz
que no parecía alucinación. 
Temí no estar fuera de mi casa
si no sentado charlando banalidades, como antes; 
temí haber estado inconsciente afuera
en otra casa, contemplando la noche aquella voz, 
con los míos, que también reconocerían la voz. 
Lo sé, fue raro
para ser sólo un delirio, 
quizá fue una señal,
una carencia, 
una ausencia.

Era la voz de mi conciencia,
ahora ausente,
de viaje rumbo a lo incierto.

Ahora que encontré una huésped, 
no está para conocerla, 
no está para ayudarme;
no puedo decidir sólo, 
si debiera acogerla por ahora o no.
Total estando sólo puedo estar sentado
y si me canso, caminar;
luego descansar y volverme a sentar.

Dónde estará ahora?
mi conciencia, mi realidad
transfigurada en otro cuerpo,
dónde está mi pozo tierra,
mi afluente.
  
Quisiera que atestigüe el golpeo que dieron desde fuera a mi corazón 
saberme asesorado y poder decidir si es la indicada
o quizá otra de las muchas que me hacen caer y perderme en la ficción. 
Sí, lo acepto: Siento su ausencia, 
tan fuerte que socava mi aridez habitual, 
tan áspera y ajena que no río como antes. 
La extraño, como los nuestros también lo hacen. 

- Ven conmigo amiga, te extraño aquí y ahora - .
Ahora, después de cerrar la puerta y cerrar mi delirio
camino, casi rezando, pidiendo tu pronto retorno
y jugar, cantar y contar, inventar y cambiar
volver a construir una y mil veces el mismo relato
con finales alternos y a veces no tan enfermos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario