viernes, 18 de julio de 2014

El día después de ayer (carta sobre los orígenes de huaycán)

“El tiempo es el único capital de las personas que no tiene más que su inteligencia por fortuna” – Honoré de Balzac.

Cada instante es la suma de lo transcurrido anteriormente, cada después siempre es el resultado de gestas anteriores. Todo en este mundo es una progresión, inclusive los hechos cíclicos debido a que el instante en que se repite cierto fenómeno o acción lo hace en un tiempo después que el anterior. Tampoco vale adelantarse, pues no se tendrá la madurez ni experiencia necesaria, se dejará de vivir cosas que sólo suceden una vez y cuando llegue la vejez se añorará, con lágrimas, no recordar qué se sintió lo no vivido por haber avanzado de prisa y sin maravillarse con lo bello del momento.
Mi mamá y yo en nuestro terreno.
Huaycán 1991
Han pasado treinta años desde que se fundó Huaycán y siete meses desde que naciste. Vives en huaycán, permíteme contarte algo de la historia de este pueblo que te cobija y me aguanta. Desconozco si cuando leas esto (si es que llegaras a leerlo) sigas viviendo aquí, tampoco sé si estaré vivo o si tú tendrás los conocimientos necesarios para cuestionar este escrito. Ahora aún eres una bebé y mi esperanza es que la lectura sea algo predilecto en ti. Grace, así comienza mi historia dentro de la historia de Huaycán.
Mi papá bañándome.
Huaycán 1991
Cuando cursaba el cuarto grado de secundaria, justo por estas fechas descubriría qué era Huaycán. Mi profesora de “ciencias sociales” preguntó en clase: -¿Qué es Huaycán para ustedes?, alumnos- Mi clase dio respuestas como: “el lugar donde viven”, “la ciudad que les da trabajo a sus padres” y cosas por el estilo. Al final, como era costumbre, la profesora me pide que sea yo quien “defina” qué era Huaycán. Me levanté ofuscado y dije: ... es el lugar donde por obligación tenía que vivir, de no ser por mis padres nunca hubiese escogido un lugar tan empolvado, con olor a basura y lleno de pulgas y moscas como vivienda. La profesora encolerizó y nos mandó a escribir una reseña de huaycán y a reflexionar sobre nuestra identidad con dicha localidad. 
Así me entero que los primeros pobladores se habían asentado entre los 900 -1450 d.c. y 1450 – 1532 d.c. Es decir los Yshtmas primero y los Incas después, fueron quienes edificaron lo que ahora se conoce como el “Complejo arqueológico Huaycán de Pariachi”[1]. Obtuve veinte de nota en esa tarea, sin mayor alegría ni cariño por mi investigación. Tiempo después visitaría aquella edificación, lamentando su estado de conservación, decorado con pintas adolescentes y declaraciones de amor en sus paredes de adobe. Entendí que Huaycán tenía un lugar del cual enorgullecerse, al menos yo si lo haría; sin embargo, en la época de colegio jamás visité el lugar, lo hice años después a hurtadillas con mis primos en uno de los fines de semanas donde solíamos salir a correr de madrugada.

La cronología actual data que Huaycán se fundó el 15 de julio de 1984, promovido por, el entonces alcalde metropolitano de lima, Alfonso Barrantes Lingán, dentro del “Programa especial de habilitación Urbana Huaycán”[2]. Así las asociaciones de Vitarte, El agustino y otras tomaron posesión de la quebrada cuyo nombre quechua Waykan significa “por donde pasa el huayco”. Como pocas, esta era parte de un proyecto para dotar de vivienda a personas organizadas en asociaciones, no fue una invasión ni una toma de tierras echadas al azar.

Huaycán a fines de los 80' hasta mediados de los 90' fue escenario del enfrentamiento entre Sendero Luminoso y la población local. Este enfrentamiento costó la vida de varios dirigentes a manos de SL,  cuyo objetivo era apoderarse de la organización comunal, fueron repelidos por la organización comunal y el ejército. También fue escenario de jornadas de lucha para pedir el abastecimiento de servicios básicos para su población, estas marchas también tuvieron mártires locales. A causa de la incursión de SL. hasta ahora se le denomina “zona roja” -Había mañanas donde los cerros amanecían con banderas rojas y los militares hacían “rastrillajes” a las casas para encontrar a los terrucos, se llevaron como sospechosos a mis hermanos, gracias a Dios pudimos sacarlos de la cárcel, aunque al principio nadie nos daba razón de ellos- refiere una pariente mía[3].

Mi segundo encuentro con huaycán fue este 14 de julio durante la verbena por su 30° aniversario de fundación. Al dar las 0 horas del día 15 y cantar el cumpleaños de “La Ciudad de la Esperanza” divisé a mi derecha y vi como mi amiga Lucia miraba embelesada hacia el escenario con los ojos brillantes (maravillada), pude leer en su mirada las ¡gracias! que le daba a este pueblo por haber permitido que su familia viviera aquí; también leía en su mirada que se prometía, una vez más, que mejoraría la economía de su familia y ayudaría a tanta gente pobre, vecinos suyos, que conocía de cerca. Quise abrazarla, pero ¡Vamos hombre! era Christian, quien sólo abraza cuando la otra persona lo hace primero, quería llorar junto a ella. Recordé los días en donde corría junto a mi mamá con mi balde en mano para esperar al “aguatero” y llenar nuestras cubetas con agua, las veces que jugaba carnaval con mi vecinas echándonos el agua que habíamos utilizado para lavar la ropa, extrañé las bocinas del panadero y las alarmas a cada hora que orgullosos cantaban los gallos, ahora cada vez más lejanas una de otra. En la verbena, bailamos, bebimos, dimos vivas a Huaycán. Quedará en mi memoria la imagen de mi amiga (también amiga de tu mamá) tan absorta en el instante de corear el “feliz treinta años Huaycán”. Entonces comprendí porqué era importante saber que esta era “la ciudad de la esperanza”.
Desfile interno del colegio 1255, yo estoy llevando la
pancarta de mi salón.  Foto del 2005
Huaycán ha dejado de ser un lugar lleno de arena y piedras para convertirse en un poblado de pequeños y medianos empresarios; colegios sobrevalorados y otros desmejorados; jóvenes “tira piedras” y otros postergando sus talentos por necesidad de trabajar para comer; señoritas posando como modelos de periódicos sensacionalistas en sus redes sociales y otras manejando la economía familiar, ahorrando para comprar los útiles escolares del año entrante; ancianos que de jóvenes pasaron su vida bebiendo y delinquiendo y otros que trabajaron hasta enfermarse, a ambos igual los atienden hijos y nietos agradecidos, que hacen polladas -pro salud- para mejorar la calidad de vida de sus progenitores.
Los integrantes del grupo Jupa al cual tu mamá pertenece,
Camino de la zona Q a la zona H, después de vender "caldo de mote" en la zona Q
De Izquierda a derecha: Carol, Soledad, Yo, Lucía y tu mamá (Ylenia), Foto del 2010
Huaycán un lugar con el peculiar rótulo de “Comunidad Urbana Autogestionaria” cuya dirigencia vecinal ya no representa las voluntades de su vecindario necesariamente, debido al desinterés y descreimiento de la vida política en general. Los jóvenes, aún en minoría, que apuestan por el compromiso con su barrio están dándole otro rostro, haciendo de la esperanza en mejorar, un hecho concreto. Ahora es menos frecuente ver a niños jugando con la pelota -tu papá te puede relatar mejor ese juego, es bueno ¡muy bueno!, sin duda lo verás jugar por muchos años, dile que algún día entrenaré y quizá aguante cinco minutos en una pichanga-, dando pases de gol o armando para sacar un “mate”, las cometas ya no vuelan con el viento en primavera; ahora los aviones, automóviles y armas de fuego captan la atención de los niños, ahora cibernautas, las amas de casa aún se demoran en la tienda conversando con quien atiende y contando sus penas y glorias o preguntando las ajenas (lo mismo hacen los varones pero necesitan del licor para decirlas), aún siguen repartiendo gelatina en los cumpleaños infantiles y siguen rompiendo piñatas, todavía se junta la familia los domingos para comer y los desfiles cívico-militares son los únicos actos que generan identidad con el pueblo y el país.
Exposición fotográfica organizada por Arte y Cultura Huaycán
en la plaza de armas de Huaycán en julio del 2011
Estas líneas describen a mi estilo y a groso modo el pueblo que fue y es ahora. El futuro es incierto. Yo pensaba quedarme hasta el año pasado aquí, luego pensaba viajar a Francia o España (Alemania también estuvo en mis planes) y estudiar mi  Maestría, luego regresaría y me dedicaría a la investigación científica en mi casa cerca al Museo Larco en Pueblo Libre; sin embargo aquí estoy y tengo para 5 años más, además ahora soy presidente de mi UCV (Unidad Comunal de Vivienda) y mis aspiraciones políticas han florecido nuevamente, me he proyectado ahora que para el 2018 tengo que estar dentro del CEC (Consejo Ejecutivo Central) y el 2023 ser congresista y… mejor no sigo porque si no llegaré a decir que seré el Nobel de Literatura en 2030 y santidad cuando muera (ese soy yo siempre exagerado aún cuando no debo).
Ella eres tú cuando tenias 3 meses
Huaycán te vio nacer, yo te vi nacer; juntos te vemos crecer, ahora balbuceas sílabas, ya te paras he intentas echar andar, te miro y te ríes (tengo la extraña sensación de parecerte gracioso en mis gestos serios). A Huaycán muchos lo vieron crecer y multiplicarse, ahora es todo un coloso con aspiraciones distritales, quizá tú seas quien logre esa proeza o quizá seas de las que dice: -Vivo en Chosica- o –Vivo en Vitarte- avergonzándote del nuestro Huaycán. Solo el tiempo y tu educación nos demostrará quién serás y lo que harás. Eres la futura cosecha que hemos sembrado, tu generación será producto del despertar que estamos teniendo ahora, los tuyos continuarán, corregirán y retomarán lo que nosotros con limitaciones hacemos. Huaycán además de su historia es su gente y las cosas que se hacen por ella. Hace 30 años se gestó un sueño y ahora vemos los frutos, algunos no muy buenos pero se pueden mejorar. Hace siete meses naciste y mírate ya nos conoces (nosotros amigos de tu mamá) ya comes papillas y cada vez que aprietas mis dedos no me sueltas. Ahora digamos juntos: ¡Feliz Aniversario Huaycán!.

Huaycán, 17 de julio del 2014, 
firma, el mejor amigo de tu mamá.


[1] Para mayor información visitar el lugar o revisar la bibliografía del sitio, una breve reseña en este enlace http://www.visitalima.pe/es/visita/sitios-arqueologicos/item/219-huayc%C3%A1n-de-pariachi
[2] Respecto al proyecto y sus aspiraciones aquí un texto http://www.ifeanet.org/publicaciones/boletines/17(1)/65.pdf
existe un video de cómo en 1987 se perfilaba el avance http://www.youtube.com/watch?v=ETokoS3WoHE

miércoles, 9 de julio de 2014

El recuerdo del canario (poema).

Cansado de vegetar solitario
llegaste encima del armario,
Dentro de mi corazón.

Eras sonoro, melódico;
Sutil al conquistar,
Una colonia al trabajar.

Ruiseñor, 
fui tu ágora, tu mentor;
Veintinueve de febrero,
Por eso siempre escudero.

Apareció Wineber,
Nos negamos echarla al azar;
Estocadas y cortejos,
Eso y mas para vencernos.

Típico final el mío,
Antes de tu destierro;
La manzana mordí,
Bebí de la trampa, fui yo el fin.

Anduve lento, sediento,
Silente como mis sombras;
Solo ellas, calladas como siempre,
Murmuraban compañía.

Decidido a ser el tercero,
Elevé velas, cargue mis esperanzas;
Para encontrarlos,
Para acompañarme.

Dos leprosos me esperaban,
Yo escapaba;
Mas mi alma los extrañaba,
Los añoraba.

La ciudad me había vengado,
Parecían finados;
Los limpié, los curé,
Los abracé y ame.

Ahora somos todos,
Andamos probos;
Señor, escudero y hechicera,
Cuando se está entre amigos las risas llenas los vacíos,
calman los miedos y te guarecen de la lluvia.
Ahora y donde quiera.

miércoles, 2 de julio de 2014

La Sombra de mis huellas (poema).

Este cansancio que mi alma expresa, es producto de mis ganas de ser querida,
Este fuego que quema adentro mío espera abrazar a aquel que ame mi euforia,
Esta soledad que me rodea, espera ser consolada por quien me quiera,
Estas ganas de vivir esperan la compañía de quien desea seguirme en mis senderos.

Hoy, sentada en mi vereda, esperando algo especial,
descubrí que no estoy sola,
descubrí que mis huellas no eran las únicas marcas del camino, había un par más al lado;
ahora sé que estás conmigo, ahora  que existes
por fin te tengo al lado mío, por fin mi camino no es sólo mío,
por fin todo lo andado ahora es nuestro.

Mi espejo me dice que cuando me veo, estás del lado derecho,
Mis notas me describen que el lápiz lo cogemos juntos,
Mis sábanas me cuentan que el abrigo no es de ella sino tuyo,
Mis huellas son testigos de tu sombra y la mía, son testigos de este amor en fantasía.

Mis huellas son culpables de descubrirte y amarte,
son culpables de la sombra que vi un martes,
son culpables de tanto buscarte y hallarte.
No soy de yeso ni de cristal, no soy princesa ni obrera,
Soy una simple pionera que ama y se libera,
Soy lienzo de tus pinturas como tú sombra de mis figuras,
Soy la marca que un día, delineó tu figura. [1]




[1] Poema hecho el 11 de junio del 2012, en agradecimiento a Beatriz Palomino Arenas; por animarme a escribir de nuevo, el poema es una inspiración de su propia fotografía.