Todos conocemos la fama que gozan la calandria y la
golondrina, la primera es citada como un ave de canto angelical y por ende muy codiciado,
la segunda es un ave errante sin hogar fijo, un ave estacionaria; también está
el cullic, un ave menor y sin importancia aparente. Hago referencia a esto
porque he escrito un cuento con este título y la historia se desarrolla dentro
del distrito de Marcapomacocha. Sin embargo aquí me propongo exponer y explicar
las razones del estado actual para llegar al gobierno municipal, su evolución
en los últimos veinte años y las probabilidades de cambio.
Autoridades municipales del distrito. |
La calandria hace referencia al gobierno municipal
dominado por la Comunidad Campesina de Marcapomacocha, una etapa dorada para el
pueblo capital de Marcapomacocha. La golondrina tiene una analogía con la
manera actual de ganar las elecciones, con votos foráneos e indiferentes a la
realidad distrital. El cullic, como muchas otras aves del lugar, es un ave
intrascendente como lo es cualquier poblador del distrito sin una institución o
grupo que apoye el cambio.
La etapa de gobierno de la calandria, donde el cargo era
sorteado dentro de los comuneros de Marcapomacocha, era buena para quienes
vivían en la capital de distrito de donde eran oriundos los comuneros, los
demás anexos poco o nada eran atendidos. Hasta mediados de 1990, la única
institución que ponía y deponía alcaldes era la Comunidad Campesina de
Marcapomacocha, esto abrigó un rencor en los anexos que nada podían hacer por
la minoría electora que eran. Lastimosamente, el último alcalde propuesto por
esta institución no terminó su gestión con resultados aprobatorios. Cabe
mencionar que el cargo de alcalde pasó a ser asalariado y no ad honorem como lo
venia siendo desde inicios de la vida distrital.
Así se da un primer cambio donde llega a ser alcalde
alguien foráneo a la Comunidad Campesina de Marcapomacocha. Esta gestión, más
carismática que anteriores y supeditada a la política asistencialista de la
dictadura fujimorista, logró modificar muchas cosas a nivel de infraestructura.
En este periodo se puso fin a la escuela fiscalizada de Corpacancha, alma máter
de muchos pobladores de todo el distrito, transformándola en estatal y con ella
sumiéndola en la limitada calidad que tiene todo el sistema educativo rural.
El segundo cambio era inminente y con ella el ingreso de
la golondrina. La postergada Corpacancha con habitantes cinco veces mayor en
número que cualquier otro anexo o la misma capital de distrito propuso su
candidato, logrando ganar. Lo que no se conoce es que en un inicio el grupo fue
impulsado por el director del centro educativo 54556 Corpacancha y un comunero
de Marcapomacocha (llegaría a ser presidente mas adelante), ambos reunieron a
un par de pobladores de Corpacancha y comenzaron el 2000 su campaña. La
estrategia para ganar era simple pero fue una segunda opción, la primera era
que ese comunero encabezaría la lista así tener votos del pueblo capital, sin
embargo este sujeto viajó al extranjero y con él el triunfo asegurado. Entonces
la única manera de vencer a “los egoístas cochanos” era convencer a toda la
parentela corpacanchina, que viviera o votase en otro lugar, de hacerse el
cambio de domicilio y votar en Marcapomacocha, para por fin ganar. Eso pasó y
así comenzó la nueva etapa electorera que en la actualidad se maneja.
Foto que causó polémica en el facebook de la Comunidad Campesina de Marcapomacocha, donde se ve al alcalde en la procesión del aniversario de la Comunidad Campesina de Marcapomacocha |
La capital, Marcapomacocha, herida en su orgullo al no
haber podido ganar con sus candidatos se fijó una meta: Ganar a cualquier
precio antes de que otra vez gane un Corpacanchino. Así se apoyó no por
convicción sino por rencor y el 2006 era elegido alcalde uno de los pobladores
menos probos del lugar. Su primera gestión se convirtió en la compra de conciencias
de todo aquel que se oponía la meta era o estas a favor o simplemente no existes
como político dentro del distrito. Las elecciones del 2010 no fueron diferentes
a las dos anteriores, la reelección al igual que el segundo lugar se ganaron
por votos foráneos.
Ahora el ambiente es similar, sea el candidato que sea
sabe que si no consigue votos superiores al contrincante no tiene esperanza. De
la gestión actual se puede decir que es tan asistencialista como lo fue la
dictadura fujimorista y la población del lugar parece que se contenta con el
dinero que el alcalde subvenciona cada vez que alguien se accidenta o fallece.
Hasta quienes más se oponen son opacados porque como es un pueblo chico,
siempre alguien sabe algo de ese que se dice diferente del resto.
La época de cullic aún no llega, lo mismo que aún no se
les da oportunidad a los jóvenes de organizarse independientemente y no sean
más apadrinados por los mismos de siempre. Tampoco se ha dado chance a las
mujeres, a los anexos de Yactac o Sangrar. Algo si es seguro, aún ese sujeto
elegido para cambiar la situación actual, tiene que lidiar contra los
golondrinos y las conciencias compradas aún dentro de su círculo familiar y con
la consigna todavía latente en los corazones cochanos de no dejar gobernar a quien no es de la capital. Mientras tanto, el potencial turístico, la
identidad local y las expectativas educativas serán siempre cosas que se dejan escondidas
debajo de los pellejos de animales muertos accidentalmente, completamente
inservibles.
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Niñas del poblado capital jugando con el agua que esperemos no escasee en un futuro inmediato |
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