La carne, la fruta y el madero.
Mira cuánto se ha podrido todo,
El humano, su chacra y su sendero.
Todo se apaga, debilita y se extingue,
Tu memoria, tu fuerza y tu especie.
Todo se acaba, desgabita y restringe,
Tu belleza, tu valentía y tu libertad.
Por eso ven y sigue a los buitres,
Ellos viven en dónde mueres,
Comen en dónde sangrado
Y ríen en dónde padeces.
Sigue a los buitres,
Están aquí, vienen por ti.
Así que, corre,
Porque ellos son para siempre.
En memoria de Windham Rotunda.